El panorama del mercado ilícito de cigarrillos y productos de tabaco en Colombia, Ecuador y Panamá es negativo y preocupante.
En Colombia, la proporción de cigarrillos ilícitos alcanza una tercera parte del mercado, mientras que en Ecuador y Panamá alrededor de 8 o 9, respectivamente, de cada 10 cigarrillos se estiman ilícitos*. El fenómeno ilícito preponderante en los tres países es el contrabando. El análisis de estos datos durante la última década denota una tendencia al alza en la región.
El comercio ilícito de productos de tabaco resulta sumamente atractivo pues es un negocio que, pese a ser criminal, ofrece alta rentabilidad y bajo riesgo de persecución penal.
Debido a diversos factores geográficos, económicos, de gobernanza y de crimen organizado transnacional, el mercado de productos de tabaco en Colombia, Ecuador y Panamá está en constante riesgo de exposición al contrabando. Además de los efectos al interior de estos países, en el caso de Panamá se observa su explotación como una plataforma global, que se despliega como amenaza creciente y de fuerza vertiginosa hacia Latinoamérica y El Caribe.
La situación geográfica de los países analizados muestra claras ventajas competitivas para el comercio internacional —tanto legal como ilegal—, al conectar el norte con el sur del continente americano, así como el hemisferio oriental con el occidental. Un punto central de atención es Panamá, que se ha constituido en eje estratégico de las organizaciones criminales para afianzar y potenciar el comercio ilícito global en todas sus modalidades. Análisis recientes demuestran que unos 8,000 millones de cigarrillos ilegales transitan por Panamá anualmente provenientes principalmente de Asia; puntualmente de India, Corea del Sur y China.
Adicionalmente, la falta de apropiados controles, el abuso y corrupción en algunas de las zonas de libre comercio en estos países, también suponen barreras para la inspección, verificación y control de bienes ilícitos. La Zona Libre de Colón, en Panamá, que es la segunda más grande del mundo, y la Zona de Régimen Aduanero Especial de Maicao, en Colombia, son puntos críticos para el comercio ilícito de productos de tabaco.
Otro factor habilitante del comercio ilícito es la existencia de estructuras criminales que forman cadenas de abastecimiento ilícitas que incluyen los procesos de producción, importación, exportación, distribución interna y comercialización, y que también logran cooptar y penetrar a algunas instituciones gubernamentales clave. El impacto de estos mercados criminales va más allá de los países estudiados, debido a la globalización del comercio. Una característica común es el alto grado de criminalidad organizada en las tres naciones. En particular, destaca el caso de Colombia, que tiene el primer puntaje en las Américas y el segundo a nivel mundial después de la República Democrática del Congo. Asimismo, es inquietante el caso de Panamá, que, si bien cuenta con índices relativamente bajos de violencia, muestra una situación preocupante, al ubicarse en el mencionado índice como el quinto país de las Américas con peor puntuación respecto a mercados criminales.
Un factor preponderante que incentiva el comercio ilícito, al tiempo que se alimenta de él, es el lavado de activos. Este fenómeno alcanza los 800 mil millones de dólares (USD) cada año; de los cuales 464 mil millones corresponden al comercio ilícito en todas sus modalidades. Los países en los que es más fácil lavar activos generan un círculo vicioso para la economía y la legalidad del comercio. El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) incluye a Panamá dentro de su «lista gris», como consecuencia de deficiencias estratégicas en su régimen para prevenir el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo, como lo es su laxo sistema bancario y financiero. A ello se suma que en toda la región se observa una clara tendencia de lavado de activos basado en el comercio internacional de productos como los de tabaco.
La alta criminalidad especializada converge con debilidades institucionales que facilitan el comercio ilícito o fallan en combatirlo. En el caso de Colombia, las deficiencias más claras se concentran en barreras impositivas y en la carencia de políticas de bienestar para toda la ciudadanía e instrumentos de política económica que incrementen su capacidad adquisitiva, situaciones que afectan la oferta y la demanda lícitas, así como las capacidades de verificación e inspección aduanera. En Ecuador, llama la atención las falencias del ecosistema aduanero en cuanto a capacidades de verificación, inspección y registro/sistematización de información. Y, en el caso de Panamá, destaca la débil gobernanza en sus zonas de libre comercio. Adicionalmente, en los tres países, factores críticos como instituciones gubernamentales altamente permeadas por la corrupción, la alta impunidad y la imposición de sanciones poco severas a quienes se lucran con esa actividad criminal favorecen y facilitan el comercio ilícito.
* Fuentes: Federación Nacional de Departamentos e Invamer (2021), Incidencia de Cigarrillos Ilegales en Colombia 2021; Invamer (2021), recuperado en Prensa Ecuador, disponible en: https://prensa.ec/2022/03/04/el-comercio-ilicito-de-cigarrillos-aumento-en-ecuador-8-de-cada-10-cigarrillos-comercializados-son-ilegales/; NielsenIQ (2021),recuperado en La Estrella de Panamá, disponible en: https://www.laestrella.com.pa/nacional/220501/87-cigarrillos-consumidos-panama-son.
Este trabajo fue elaborado en el marco del proyecto fondeado por PMI IMPACT, la iniciativa global -liderada por Philip Morris International - dedicada a combatir el comercio ilícito en todas sus formas. Las opiniones, interpretaciones y recomendaciones aquí expresadas son exclusivas de la firma y no necesariamente reflejan la opinión de PMI IMPACT, ni de Philip Morris International.
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