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El contrabando técnico de aluminio: una fuga silenciosa

Updated: Sep 24

Por: Juan Ruiz, COO Partner, y Diego Estrada, Analista de datos, de Strategos BIP


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El contrabando no sólo es una distorsión económica profunda que debilita sectores productivos enteros y pone en jaque a las empresas que sí cumplen las reglas. Es, ante todo, un problema de seguridad y evasión fiscal.


Aún con los avances de las autoridades, y de la DIAN y POLFA en específico, en el fortalecimiento de controles aduaneros para prevenir y combatir el comercio ilegal, el reto del contrabando sigue siendo mayúsculo. El caso del aluminio es un gran ejemplo para entender no sólo la complejidad técnica de combatir este fenómeno, sino también la necesidad que tienen las autoridades de actualizar permanentemente sus procesos para mantener a raya a los contrabandistas de este país.


Durante la última década hemos visto  noticias recurrentes sobre incautaciones de perfiles de aluminio en Colombia (Caracol Radio, 2020; Diario La Libertad, 2020). Más que fenómenos aislados, todo indica que se trata de una actividad económica estrechamente ligada al contrabando técnico y a la competencia desleal de forma estructural. A esto se suma un aumento sostenido del dumping de aluminio procedente de China en la región, con precios artificialmente bajos que han generado graves distorsiones de mercado (International Trade Administration, 2024). En Colombia, tres extrusoras nacionales solicitaron medidas antidumping ante el Ministerio de Comercio, y desde finales de 2023 se adelanta una investigación interna para determinar si las extrusiones chinas están ingresando al país por debajo de su valor normal (Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, 2024). Todo esto se enmarca en una ola de procesos similares activados globalmente para proteger a las industrias locales.


Un análisis realizado por Strategos BIP reveló que, entre enero de 2024 y febrero de 2025, se identificaron indicios de contrabando técnico en 14.600 toneladas de perfiles de aluminio, dentro de un conjunto estudiado de 38.800 toneladas (14.000 correspondientes a la partida 7308 —perfiles de hierro y acero, sospechosas de cambio de partida— y 24.000 a la partida 7604, correspondiente a perfiles de aluminio). De ese total, más de 3.000 toneladas presentan alto riesgo de subfacturación o reclasificación arancelaria, lo que equivale al 8% del mercado, valorado en 102 millones de dólares FOB (más 410 mil millones de pesos colombianos). Más allá del volumen, lo alarmante es la magnitud de la distorsión en los precios: estas operaciones de alto riesgo reportaron un valor FOB de apenas 1,3 millones de dólares, pero al aplicar precios de referencia razonables, el valor real superaría los 12 millones.


Descargue el análisis completo aquí:





















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